La noción freudiana de impulso como “ conducir de la vida psíquica ”

Hola, soy João Barros, un psicoanalista enamorado de compartir conocimiento sobre la mente humana. Hoy, vamos a sumergirnos en uno de los conceptos más fascinantes y complejos de la teoría de Sigmund Freud: el impulso. Esta noción es fundamental para comprender las fuerzas que mueven nuestra vida psíquica, influyendo en nuestras emociones, pensamientos y comportamientos.

Introducción a los unidades

Para Freud, las unidades son las energías instintivas que impulsan a los seres humanos a buscar satisfacción por sus necesidades básicas. Se consideran la conducción de la vida psíquica porque son responsables de guiar nuestras acciones y decisiones inconscientemente. Las unidades pueden verse como fuerzas primitivas que nos llevan a buscar comida, refugio, seguridad y, por supuesto, satisfacción sexual.

Es importante tener en cuenta que las unidades no solo son biológicas sino también psicológicas. Están arraigados en nuestras experiencias pasadas y presentes, dando forma a nuestra percepción del mundo y a nosotros mismos. Las unidades se pueden clasificar en dos tipos principales: unidades de vida (eros) y unidades de muerte (Taine).

Viaje de la vida (Eros)

Las unidades de vida, representadas por el concepto de Eros, son responsables de nuestra búsqueda de conexión, amor y satisfacción. Nos llevan a formar relaciones significativas con los demás, a cuidar a nuestros hijos y construir comunidades. Los impulsos de la vida también están relacionados con la creatividad, el deseo de aprender y el placer de vivir.

En nuestra vida cotidiana, la vida se manifiesta en nuestras pasiones, pasatiempos e intereses. Por ejemplo, un artista puede sentir un fuerte impulso para crear algo nuevo y hermoso, mientras que un científico puede ser conmovido por la curiosidad de descubrir nuevos secretos del universo.

Unidades de muerte (Tánatos)

Los impulsos de la muerte, simbolizados por los Taranats, son más complejos y pueden parecer contradictorios con los impulsos de la vida. Sin embargo, juegan un papel crucial en nuestra psique. Las unidades de muerte están relacionadas con la agresividad, la competencia y el deseo de control.

En un sentido más amplio, las unidades de muerte pueden verse como una fuerza que nos lleva a cuestionar, criticar y a veces destruir lo que se establece. Esto se puede observar en movimientos sociales que buscan cambios radicales o en individuos que desafían las normas para promover la justicia.

Conflicto entre impulsos y civilización

Freud argumentó que el conflicto entre nuestros impulsos primitivos y las demandas de la civilización es una fuente constante de tensión psíquica. La sociedad impone reglas y normas que a menudo reprimen nuestros impulsos, lo que lleva a un estado de frustración e insatisfacción.

Este conflicto puede provocar comportamientos neuróticos o patológicos, ya que el individuo intenta encontrar formas de expresar sus impulsos aceptablemente. Por ejemplo, alguien con un impulso agresivo fuerte puede canalizar esta energía a los deportes competitivos o para defender las causas sociales.

Comprender este conflicto es crucial para desarrollar estrategias de afrontamiento saludables y promover un equilibrio entre nuestras necesidades psíquicas y las demandas de la sociedad. A través de la autorreflexión y el autoconocimiento, podemos aprender a administrar mejor nuestros impulsos y vivir de manera más auténtica y satisfactoria.

Conclusión: conduce como conducir de la vida psíquica

En resumen, los unidades freudianas son fuerzas poderosas que dan forma a nuestra vida psíquica. Nos llevan a buscar satisfacción, conexión y significado, incluso cuando enfrentamos los desafíos impuestos por la civilización. Al reconocer y comprender mejor nuestros impulsos, podemos trabajar para integrarlos de manera saludable en nuestra vida diaria.

El viaje de autodescubrimiento es continuo, y explorar las complejidades de las unidades puede ser un paso valioso en este camino. Al aceptar y respetar nuestras propias necesidades y deseos, podemos vivir de manera más auténtica, creativa y llena.

Espero que esta exploración de las unidades te haya enriquecido. Recuerde que la comprensión de nuestras propias motivaciones y deseos es un proceso continuo, lleno de matices y complejidades. A través del autoconocimiento y la reflexión, podemos ser más conscientes de las fuerzas que nos mueven y, por lo tanto, vivir una vida real para nosotros mismos.

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