La identificación: principio de placer e impulsos primitivos

Hola, soy João Barros, psicoanalista especializado en artículos de psicoanálisis. Hoy exploraremos uno de los conceptos más fascinantes de psicología: la identificación. ID es la parte de nuestra personalidad que busca placer y evita el dolor, guiado por impulsos primitivos. Es una fuerza poderosa que influye en nuestras emociones, pensamientos y comportamientos.

INTRODUCCIÓN ID

ID es uno de los tres componentes de la personalidad humana, según la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud. Además de ID, tenemos el ego y el superyó. ID es la parte más primitiva e instintiva, responsable de nuestras necesidades básicas, como el hambre, la sed y el sexo.

ID opera según el principio de placer, que busca satisfacer nuestras necesidades de inmediato. Es una fuerza impulsiva e irracional que no considera las consecuencias de nuestras acciones. ID es como un bebé que llora cuando tiene hambre o necesita ser intercambiado, solo piensa en sus necesidades actuales.

Características de identificación

La identificación tiene algunas características importantes que deben destacarse. En primer lugar, la identificación es completamente egoísta y se preocupa solo por sus propias necesidades. No considera los sentimientos o necesidades de los demás.

Además, ID es muy impaciente y requiere una satisfacción inmediata. Si no obtienes lo que quieres, puede volverse agresivo o destructivo. La identificación también está muy influenciada por las emociones, especialmente el miedo y la ira.

Otra característica importante de ID es su falta de lógica y racionalidad. No piensa en las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones y solo se preocupa por el momento presente.

El papel del ego y el superyó

Aunque ID es una fuerza poderosa, no es el único componente de la personalidad humana. El ego y el superyó también juegan papeles importantes en nuestras vidas.

El ego es la parte de la personalidad que significa las demandas de identificación con las demandas de la realidad. Intenta encontrar un equilibrio entre las necesidades de la identificación y las limitaciones del mundo externo. El ego es como un negociador que intenta satisfacer los deseos de identificación de manera responsable.

El Superego, por otro lado, es la parte de la personalidad que incorpora valores morales y éticos. Él juzga nuestras acciones y nos hace sentir culpables o orgullosos según nuestras elecciones. El superyó es como un juez que evalúa nuestras acciones y nos ayuda a tomar decisiones más éticas.

Consecuencias de la identificación desequilibrada

Si el ego y el superyó no se equilibran la identificación, puede conducir a consecuencias negativas. Si la identificación es muy fuerte, podemos volvernos impulsivos y agresivos sin considerar las necesidades o sentimientos de los demás.

Por otro lado, si la identificación es demasiado reprimida, podemos estar ansiosos o deprimidos. ID es una parte natural de nuestra personalidad y debe expresarse de manera saludable.

Un ejemplo de esto es cuando alguien tiene un desequilibrio entre la identificación y el ego. Esta persona puede sentirse obligada a comer demasiado o beber alcohol, a pesar de que no está sano. ID está buscando placer inmediato mientras el ego intenta controlar estos impulsos.

Para mantener la identificación equilibrada, necesitamos desarrollar un ego fuerte y un superyó saludable. Esto se puede hacer a través de la autorreflexión, la introspección y el desarrollo de habilidades sociales y emocionales.

En resumen, ID es una fuerza poderosa que influye en nuestras emociones, pensamientos y comportamientos. Busca placer y evita el dolor, guiado por impulsos primitivos. Sin embargo, es importante equilibrar la identificación con el ego y el superyó para evitar consecuencias negativas.

Espero que este artículo haya ayudado a comprender mejor el concepto de identificación y su importancia en la psicología. Recuerde que la autorreflexión y el desarrollo de habilidades emocionales son fundamentales para mantener un equilibrio saludable entre la identificación, el ego y el superyó.

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