Fase espejo (lacan) en niños: constitución del yo

Hola, soy João Barros, psicoanalista, y estoy aquí para hablar sobre un tema fascinante: la fase del espejo, concepto desarrollado por el psicoanalista francés Jacques Lacan. Esta fase es fundamental en la formación de la identidad de un niño y merece ser explorado en detalle.

Introducción a la fase de espejo

La fase espejo, según Lacan, ocurre entre los 6 y los 18 meses de edad. Durante este período, el niño comienza a reconocerse en el espejo y percibe su propia imagen como una entidad separada de los demás. Es un momento crucial en la constitución del yo, es decir, en la formación de la identidad del niño.

Imagina a un niño pequeño frente a un espejo. Inicialmente, puede no entender que la imagen reflejada es propia. Con el tiempo, sin embargo, ella comienza a percibir la relación entre sus movimientos y los movimientos de la imagen en el espejo.

Desarrollo de la autoconsecuencia

Al reconocer su imagen en el espejo, el niño desarrolla una forma primitiva de autoconciencia. Comienza a entender que es un ser independiente, con su propia existencia e identidad. Esta percepción es fundamental para el desarrollo psicológico saludable del niño.

Es importante tener en cuenta que esta autoconciencia no es instantánea. Se desarrolla gradualmente a medida que el niño interactúa con su entorno y las personas que lo rodean. La fase espejo es solo el comienzo de este proceso autodescubierto.

Influencias en la constitución de sí mismo

La forma en que el niño experimenta la fase espejo puede influir significativamente en la constitución de su ser. Si la experiencia es positiva, con una imagen reflejada coherente e integrada, es más probable que el niño desarrolle una autoestima saludable.

Sin embargo, si la experiencia es negativa, por ejemplo, si el niño se siente incómodo o rechazado, esto puede conducir a distorsiones en sí mismo. Esto puede provocar problemas de autoestima e identidad más adelante en la vida.

Implicaciones prácticas para los padres

Comprender la fase del espejo tiene importantes implicaciones prácticas para los padres. Al crear un ambiente seguro y acogedor, los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar la autoconciencia saludable.

Esto puede incluir jugar con el niño frente al espejo, alentándolos a explorar su propia imagen positivamente. Además, ofrecer apoyo y afecto incondicionales puede ayudar al niño a sentirse seguro y valorado.

En resumen, la fase espejo es un período crítico en el desarrollo psicológico de un niño. Al reconocer la importancia de esta fase y crear un entorno propicio para un desarrollo saludable, los padres pueden desempeñar un papel clave en la constitución del yo de sus hijos.

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